lunes, 6 de julio de 2015

Desempleo y Economía Informal: Peor para las Mujeres



María José





En Colombia, el trabajo informal es una de las principales fuentes de ingreso para la población desempleada, representando porcentajes muy altos en ciudades como Quibdó, donde la informalidad llega al 84,14 por ciento, seguido por Riohacha con una tasa de 81,23 por ciento, en Barranquilla es del 72 por ciento; las ciudades más grandes reportan cifras “menores”, Medellín tiene la más baja informalidad, con el 50 por ciento.

Estas cifras son alarmantes, en tanto el rebusque se ha convertido en la principal forma para la sobrevivencia, de la población excluida del mercado laboral. Es lamentable reconocer cómo este tipo de actividades pasa a engrosar las cifras de empleo, con las que el gobierno nacional manipula resultados positivos.

La crisis laboral es el resultado de la aplicación del modelo neoliberal al servicio del capital transnacional, que privatiza empresas públicas y se concentra en la generación de ingresos a través de la inversión extranjera, esto trae como consecuencia el debilitamiento de la industria nacional y el cierre de importantes fuentes de empleo.

Estudios realizados por el Banco de la República afirman que las mujeres, las personas solteras y jóvenes son la población más afectada, con altos niveles de precarización laboral. Según la CEPAL, “la tasa de pobreza de las mujeres entre 20 y 59 años de edad, excede en un 30 por ciento, o más, a la de los hombres de edad similar”.



En Colombia se discrimina a las Mujeres

El Balance económico, laboral y sindical del cuatrienio 2010-2013 realizado por la ENS, muestra que al finalizar el primer periodo del gobierno de Juan Manuel Santos, las condiciones de bienestar y calidad de vida de la población colombiana se ha deteriorado. La situación es desalentadora debido a que hay un proceso de agudización de la desigualdad, informalidad, tercerización, precariedad laboral, desprotección social, entre otros.

En el marco de esta problemática, la condición laboral para las mujeres resulta aun más precaria, según Naciones Unidas tardaríamos 80 años para alcanzar la igualdad de la mujer respecto al hombre en materia laboral, 75 años para tener una remuneración equivalente y 30 años para tener el mismo nivel en el ámbito de participación política.

Colombia registró en el 2013 una tasa de desempleo femenino del 12.6 por ciento, muy por encima del promedio regional que se situó en el 7.6 por ciento y muy por encima del 5.6 por ciento que correspondió al desempleo de los hombres, ampliándose de esta manera las brechas de género, pasando por encima de la política pública de equidad de género, para las mujeres en Colombia y el compendio de leyes, pactos y protocolos del orden internacional.



Colombia en América Latina

La posición de Colombia ante el continente también resulta lamentable. Ecuador, Panamá y México, presentan las tasas de desempleo para las mujeres más bajas de la región, con resultados del 5.2, 5.7 y 6.0 por ciento, respectivamente. Se imponen República Dominicana y Colombia como los países de la región con la brecha de género más amplia. Colombia es el país con mayor desigualdad de género en materia laboral a nivel de América Latina, casi doblando la tasa de desempleo de las mujeres en la región.



Brecha de género laboral

A pesar que desde 2010 hasta ahora, la tasa de ocupación de las mujeres se ha incrementado en un 13 por ciento, persiste una brecha de género en materia de participación del 21,1 y de ocupación de 22,7 puntos porcentuales, situación que se explica por la existencia de factores culturales arraigados en sociedades patriarcales y determinados por el modelo androcéntrico que históricamente ha regido el mundo. Aunado a esto, la discriminación en materia salarial es una constante, la mujer percibe en promedio un 20 por ciento menos que los hombres por labores iguales.

Este panorama nos confirma que la lucha contra la discriminación por razón de género, debe continuar, pues lejos de pensar que el patriarcado y el machismo han desaparecido, vemos cómo el capitalismo ha modificado la forma en que se oprime a la mujer, quien al entrar al mercado laboral, al ser excluida de éste y al aumentar su responsabilidad económica con sus familias se enfrenta ante duras situaciones. “En Colombia hay 4.5 millones de mujeres cabeza de familia, por solo medio millón de hombres en esa posición”

La paz desde un enfoque de género ha de expresarse en garantías para las mujeres, que les permita vivir en condiciones plenas de igualdad, equidad y dignidad. Para lograrlo se necesita que las mujeres en sus territorios emprendan acciones organizativas y propositivas, pues sabemos que el régimen niega los derechos y se hace necesario movilizarse y luchar para conquistar la vida digna para el pueblo.

tomado vía internet